Esta semana, un cuento porque sí, sin que tenga relación especial con nada y con un final un tanto sorprendente. Hay que estar muy atentos para saber lo que pasa...
"¡QUÉ ASCO DE SANDWICH!"
Podéis aprovechar para preparar juntos una merienda familiar: que l@s peques sean quienes preparen los sandwiches (untando alguna crema, cortándolos en triángulos o rectángulos... siempre bajo la supervisión de un adulto y con herramientas adecuadas, pero dejándoles hacer).
Es una buen ocasión para entablar conversación sobre los gustos de cada un@, de papá, mamá, l@s herman@s, preguntarnos sobre qué les podríamos preparar, suponer...
También pueden ir imitando los animales que aparecen: sus sonidos y/o sus movimientos.
Os enseñamos también algunas de las cosas que hacen en clase para conseguir que nuestro pasillo esté bonito. Una, la llevaban hoy, unas nubes preciosas.
Y, la otra, estos Arlequines que hicieron para Carnaval.
Este fin de semana ha sido el Día Mundial del Gato... hay más días en los que se celebra (según en qué gato pensemos, parece ser), pero es una buena excusa para leer un cuento sobre esta mascota.
No sólo es un cuento de un gato. Muestra el valor de la empatía con los demás y cómo nos puede llevar a ayudarnos y solucionar problemas juntos.
El domingo es el Día del Amor y la Amistad, en realidad, todos los días deberían serlo pero vamos a aprovechar para dejar aquí un cuento sobre este tema:
Esta semana os dejamos un cuento para reír; todo lo escatológico les hace mucha gracia y algun@s ya conocen esta historia. ¡Esperamos que lo disfrutéis!
"EL TOPO QUE QUERÍA SABER QUIÉN SE HABÍA HECHO AQUELLO EN SU CABEZA"
La semana pasada hicimos una actividad de GRAFOMOTRICIDAD que encantó a l@s niñ@s.
¡Hicieron de peluquer@s !
Trabajando la grafomotricidad perseguimos un progresivo control de la mano y la adquisición de fuerza y, para eso, no es necesario hacer siempre trazo.
Estamos introduciendo el uso de la tijera para poder diversificar las actividades que realicemos en clase y, la verdad es que, hacer de peluquer@s ha estado muy bien porque van intentando controlar la posición de la mano y la fuerza que necesitan para recortar. Además, ¡dejan a su personaje con las pintas que más les gustan!.
Dedicamos una sesión semanal para hacer actividades de este tipo de manera más específica, pero la grafomotricidad se trabaja continuamente: cuando se ponen y quitan el abrigo, cuando intentan abrochar la cremallera, al abrirse el desayuno, al pasar las hojas de los libros... todas, actividades que están a su alcance.
Usar las tijeras les ha gustado mucho. Poco a poco irán ganando en precisión.